viernes, 31 de diciembre de 2010

INICIOS DEL GÉNERO DRAMÁTICO EN EL ECUADOR
En la era precolombina si hubo teatro aborigen, pero no hay pruebas de ello, solo queda la tradición y recuerdos transmitidos oralmente a las generaciones nuevas.
Mientras que en la época colonial fue prohibido por los españoles, debido a que podía contener mensajes y era una forma de comunicación colectiva. Luego se permitió pero con la limitación de ser solo de  carácter religioso  las representaciones.
Muchos pudieron haber escrito pero pocos pudieron representarlo en público, más aun si estos no eran temas religiosos.  Un claro ejemplo de las manifestaciones de teatro en el ecuador son las “loas” en época navideña y las representaciones de las 7 pasiones en Semana Santa.
También se puede destacar al riobambeño  Lucas Larrea que escribió algunas obras teatrales.
En el siglo XIX se ve la aparición de muchos autores, pero solo de obras teatrales por escrito, más no por representaciones en público.
Entre estos destacaron:
Abelardo Moncayo.-  destacado en sus tragedias de temas históricos como la hazaña del 10 de agosto.
 El Padre Julio Ma. Matovelle.- con su “Drama en las Catumbas”.
 Nicolás Augusto González.- uno de los que más obras tiene de su autoría “El mundo del hombre”
Juan Montalvo.- escribió “libro de las pasiones” compuesto de 5 partes. La primera obra en ser presentada al público y tener éxito fue la del quiteño Francisco Aguirre Guardera, su comedia “Receta para Viajar”, llena de ironía y humor que combatía y denunciaba ciertos prejuicios y costumbres de esta época en la sociedad.
Para finales del siglo XIX el teatro ya comienza a tomar un papel importante y a representarse libremente. Integrándose a nuestra literatura.
Expresando los diversos puntos de vista según clases sociales, creencias, etc. se destacaron muchos escritores, pero sin duda algunos ocupan un lugar de reconocimiento mayor.
Como el fundador de la compañía de “Teatro Independiente” Francisco Tobar García, quien unió su poesía con sus obras teatrales, las cuales trascendieron en el tiempo.
Sus obras estaban caracterizadas por la forma de expresar su desprecio contra la falsedad, la hipocresía con un tono humorístico y lleno de ironía. Una de sus obras es “Balada para un imbécil” y “Amadeo Mandinga”. Su teatro estaba dirigido por lo general para público de la burguesía, aunque ciertos si para publico general.
Otro escritor que sobresale es José Martínez Queirolo, el se caracteriza por sus enfoques sociales a través de la farsa, este con un dialogo más común y fácil de interpretar. Sus obras estaban llenas de ironía, parodia y humor.
Se hizo acreedor de varios premios en reconocimiento a sus obras: “Réquiem por la lluvia” un monólogo que tuvo éxito en todas sus representaciones., también esta “La dama Meona”, entre otras.
En el siglo XX  el teatro social se ve con más fuerza, los escritores de novelas como Demetrio Aguilera Malta con “El tigre” e “Infierno negro”.
Enrique Garcés con “Boca Trágica” y Pedro Jorge Vera con “El Dios de la selva”, considerada por ciertos como la más destacada obra teatral criolla y social de los años 30 y 40.
Jorge Enrique Adoum siendo parte del llamado Teatro Experimental, con su obra “El solo bajo las patas de los caballos”, con vigorosos detalles políticos.
El guayaquileño Rafael Díaz Icaza con su obra “Ella en el infierno” parte de esta es la representación de la actriz de cine “Loreley”.

Nuestra literatura si tuvo teatro aunque no en la misma dimensión que en otros países. Todavía es un tema que sigue siendo ignorado por muchos, siento lástima de ellos que se privan de una expresión cultural del ser humano.
Autor:  Vanessa Candell



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